Tu fe en Dios y en ti mismo será la diferencia entre tu éxito o tu fracaso.


Por Franklin Hernandez. - Nunca creas que por el hecho de que te bautizara en una iglesia el infortunio se alejara de ti. No creas que porque visites cada día de culto tu iglesia, diezme más allá de lo normal y te desgarre las rodillas Orando, los momentos malos no estarán en ti.

Ningún pastor, ministros, sacerdote o como se llame te podrían evitar que te pasen cosas que no deseas, afrontar esas situaciones solo depende de tu manera de como veas a Dios y de la fe que en nuestro Dios tú puedas tener.

Esto no es un sermón ni nada que se le parezca, solo palabras que salen de mi corazón y sé que al igual que a mí, a ti que me está leyendo pueden ser de ayuda, porque muchas veces conocemos el camino pero no sabemos cómo afrontar los peligros que nos asechan.

Se dice que la fe es la esperanza de aquellos que no se ve, es esperar en alguien que a la vista no les conocemos pero que creemos en su palabras y trabajamos cada día para que ese  día, cuando le miremos frente a frente, poder ser testigo de los fruto de esa fe.

Pero mientras llega ese día, tenemos que seguir trabajando, puliendo nuestra vida espiritual, profesional y personal; porque mientras esperamos la gloriosa venida de Cristo, debemos seguir viviendo, trabajando, estudiando y Orando.

No sé cuáles son tus problemas, te aseguro que yo tengo muchísimos por lo que estoy luchando cada día. No sé si tiene problema en tu trabajo, en tus estudios, en tu iglesia, en tu sector. No sé si tiene problemas en tu hogar, con tus padres, con tus hermanos o con tu esposa o esposo.

Vivimos en un mundo difícil, donde la vida transcurre rápido entre el trabajo, la internet y a veces nos sobra tiempo para las cosas de Dios. Quizá te ponga a pensar porque en esos días que te bautizaste tu vida era diferente, eras más ánimos@ con todos, pero al pasar los meses y los años, ya todo es diferente. Creo que si es tu caso, debes sentarte en la quietud, arrodillarte en tu habitación y hablar con tu Dios, porque los cambios que experimentamos a lo largo de la vida nos deben  acercar más a Dios y no lo contrario que nos alejan de él.

La vida cristiana es una universidad permanente, donde nuestro rector magnífico  lo es nuestro señor Jesucristo y donde nadie recibirá el diploma de la vida eterna si no estudia su palabra y la pone en acción.

Tu éxito como cristiano o tu fracaso, dependerá de la fe que tu ponga en todos esos recursos que Papa Dios pones en tus manos a través de la palabra de su palabra, la Biblia.

Como dije al principio, no trato de dar un sermón porque lo único que soy es un humilde periodista que trato de escribir de lo que Dios pones en mi mente y corazón.

Todos estamos llamados a tener éxito en los trabajos y en los estudios, pero nuestros mayores éxitos están en todo eso que hacemos a favor de las demás personas y de ese buen comportamiento hacia los demás; cuando los demás nos miren como verdaderos hijos de Dios, entonces podremos decir que vamos por el camino correcto, porque ni todo el dinero que tenga ni todos los estudios que tengas te podrán dar el gozo de saber que trabaja para ser cada día mejor hijo de Dios.

Trabajemos pues para ser salvo. Que el señor les bendiga.