- Creer que “uno no decide de quien se enamora”. El amor es una decisión, no una casualidad.
- Pensar que el ser miembro de una familia disfuncional no va a afectar la relación. No creas que “uno no se casa con la familia” cuando en realidad somos el reflejo de nuestra crianza y educación familiar
- Minimizar los defectos del otro con la falsa creencia que el amor todo lo puede cambiar.
- Iniciar una relación sentimental con alguien que le está siendo infiel a su actual pareja
- No tener a la hora de iniciar la relación, un proyecto de vida claro y definido en donde se establezcan prioridades, metas y proyectos medibles en el tiempo.
- Fantasear con relaciones “perfectas” o de cuento de hadas.
- Iniciar relaciones con personas a las que no se les admira por su desarrollo profesional, inteligencia o personalidad.
- Suspender proyectos personales al iniciar una relación.
- Ignorar los defectos del otro suponiendo cambios a futuro.
- Iniciar una relación con una persona adicta sin un proceso de recuperación efectivo.
- Suponer que su falta de compromiso cambiará con el paso del tiempo.
- Iniciar relaciones sentimentales con compañeros de trabajo, subalternos o jefes.
- Pensar que el nivel socio- económico no tiene importancia.
- Relaciones que han partido del irrespeto o la irresponsabilidad.
- Regresar con parejas que en el pasado han sido nocivas.
- No escuchar “la voz de la conciencia”.
- Iniciar relaciones con personas adictas al alcohol que son agresivas.
- Cuando al otro le cuesta hablar de sus emociones.
- Pasar por encima de valores, principios o ética personal por una pareja que parece “gustarnos demasiado”.
- Buscar pareja en bares.
- Confundir amor con enamoramiento.
- Sostener económicamente una relación poniendo en riesgo las finanzas personales.
- Cuando se elige a la pareja para no sentirse solo porque ya se ha pasado de cierta edad.
- Cuando tu familia no acepta a tu pareja.
- Cuando se afecta el rendimiento laboral.
- Cuando insistes en entrar en una relación con alguien que te ha mentido.
- Cuando sientes que si te muestras como eres al otro no le vas a gustar.
- Cuando el gusto por alguien te cambia el apetito o el sueño.
- Cuando escoges una pareja por imposición.
- Cuando mientes para estar con la otra persona.
- Confundir admiración con obsesión.
- Sustituir un vicio (alcohol, drogas, comida, internet, juego, entre muchos otros) por una relación de pareja.
- Cuando tus creencias religiosas son muy distintas a las del otro.
- Cuando el otro no cree en el matrimonio, hijos o futuro y tu si.
- Entrar en una relación con una persona impuntual.
- Cuando los valores del otro son negociables.
- Cuando tus estados de ánimo dependen del otro.
- Cuando percibes celos en el otro y lo justificas pensando que te cela porque te quiere.
- Percibir actitudes controladoras y posesivas.
- Cuando no sabes cuál es tu verdadera identidad o no sabes cómo construirla.
- Cuando confundes ego y orgullo(soberbia) con dignidad.
- Olvidar que por lo general “lo que empieza mal, termina mal”.
- Aceptar condiciones que no te agradan para poder estar con la otra persona o iniciar una relación de pareja.
- Creer que la diferencia de edad no se llega a notar emocionalmente con el tiempo.
- Cuando has tenido relaciones conflictivas y sigues pensando que puedes tener una pareja sin involucrar sentimientos.
- Entrar en una relación justo saliendo de otra, sin tener espacio para asimilar el duelo.
- Aislarte de tu realidad por una persona que te promete una vida distinta.
- Escoger una pareja únicamente por su apariencia física.
- Abandonar a tus hijos por una pareja que no los acepta.
- Pensar que lo que haces por el otro va a ser devuelto de la misma forma.
- Comprar afecto con regalos.
- Pensar que aguantar es lo mismo que tolerar.
- Olvidar que tu pareja ya ha sido educada y criada en su hogar y que no es tu tarea continuar haciéndolo.
- Buscar una figura paterna o materna en tu pareja.
- Sentirte ignorado y aún así continuar haciendo cosas para llamar la atención.
- Imaginar que con cada persona que conoces vas a entablar una relación seria.
- Empezar por el sexo y terminar con el arrepentimiento.
- Considerar que la pareja es un trofeo para alcanzar.
- Iniciar una relación cuando aún tienes sentimientos por alguien más.
- Hablar de antiguas parejas más de la cuenta (intimidades y experiencias).
- Rechazar buenas parejas porque no te hacen sentir la misma “pasión” que aquellas parejas que sabes que no te convienen.
- No reconocer cuando se es adicto a las relaciones de pareja (necesidad de tener pareja en todo momento, parejas tóxicas, sufrimiento, incapacidad para abandonar las relaciones tormentosas, entre otras).
- Prometer lo que no se puede cumplir.
- Tener parejas a larga distancia durante periodos muy prolongados.
- Inventar historias acerca de tu vida para parecer más interesante o impresionar.
- Poner en riesgo tu seguridad por estar con alguien.
- Pensar en dejarlo todo (país, trabajo..) por una relación con alguien que no se conoce personalmente (internet).
- Iniciar una relación por lástima.
Autor: Karen Lagenbeck, Terapeuta emocional