Noviazgo por internet… ¿es posible?


Hoy en día, con el avance de las nuevas tecnologías han proliferado los chats, grupos de Facebook e incluso páginas especializadas para encontrar pareja tanto cristianas como no cristianas. Y por lo tanto ha surgido una nueva forma de “noviazgo”: el ciber amor.
Según el sitio web vivir mejor, “el ciber noviazgo es mantener una relación a distancia con otra persona”. ¿Pero hasta qué punto estas relaciones son fiables, estables y aconsejables?
La realidad es que los noviazgos a distancia suelen funcionar en pocas ocasiones. Las estadísticas dicen que solo 3 de cada 100 casos que establecen un noviazgo por internet, son exitosos. Lamentablemente, la mayoría terminan en ciber engaños.
Las causas de porqué fracasan este tipo de relaciones son diversas. En primer lugar, fuera del PC no existe una frecuentación (verse, conversar cara a cara y ver las sensaciones que te provoca esa persona con su lenguaje corporal, ver como reacciona la persona ante diferentes contextos y situaciones de la vida…). Por lo tanto, al no existir una frecuentación más allá del PC, Skype etc uno se hace una imagen de como puede ser una persona, pero solo una frecuentación puede decir si esa imagen que uno se ha creado corresponde con la realidad.
Hace falta frecuentarse en persona para ver si realmente se está enamorado de la persona o solamente de la imagen que nos hemos creado de él o ella en nuestra cabeza. Y esto es difícil especialmente cuando ambos miembros de la pareja viven en países muy alejados el uno del otro.
Algunas personas caen en el error de creer que porque llevan muchos meses conociendo a alguien, creen conocerla lo suficiente. La verdad es que nunca terminas de conocer del todo a una persona y mucho menos por Internet. Muchas parejas cometen el error de casarse después de haber llevado un noviazgo por Internet, y haberse visto quizás dos o tres veces en vacaciones… pero eso no es una frecuentación prolongada propiamente dicha.
Para el psicólogo Boris Barraza, los noviazgos en línea que llegan a un final feliz son uno entre un millón. “Estos no pueden fortalecerse desde ninguna perspectiva, no hay manera de que tengan un asidero de la realidad.” Esto, según Barraza, se da más por las características humanas que sociales y culturales de las personas. Se tiende a ocultar datos, a exagerar la información o a esconder ciertos hechos. “Aun cuando se es sincero, no puede ser amor. Es una fantasía, una ilusión, es un amor platónico, por la falta de la vivencia compartida”, agrega Barraza.
Una de las claves para que un noviazgo se desarrolle de forma adecuada y sea exitoso es tener una buena comunicación personal. En Internet a veces se puede mostrar una imagen maravillosa,  o incluso tener falta de sinceridad y mentir en algo (se han dado casos de personas casadas ilusionando a otras solteras, por ejemplo).
Otro de los problemas de las relaciones a distancia es que muchas veces podemos llegar a idealizar a la persona porque nos hemos creado una imagen de ella que no corresponde con la realidad. Muchas personas conocen a alguien y si les parece atractivo físicamente, simpático o incluso espiritual, empiezan a hacerse ilusiones, se emocionan y se dicen que se gustan muy rápido, a veces sin ni siquiera haber orado. Esto hace que se creen emociones en ambas personas, y que si debido a la distancia después las cosas no salen como uno/a pensaba al principio, todo resulte en un par de corazones rotos. Por eso hay que tener cuidado con cuan rápido declaramos nuestros sentimientos por otra persona y mucho menos hacerlo sin la aprobación de Dios para esa relación.
 La emoción hace que a veces también oremos para que Dios apruebe nuestros planes pero somos nosotros en realidad los que estamos escogiendo y diciéndole a Dios lo que tiene que hacer con nuestra vida sentimental, cuando tenía que ser al revés, dejar a Dios que actuara antes que nosotros.
La emoción da lugar a una infatuación prematura que a veces hace que no se vean los defectos de la otra persona, y que ambos miembros de la pareja al vivir en países diferentes, decidan casarse  habiéndose visto muy pocas veces o sin haber vivido un tiempo prudencial en el país del otro, viendo como trata el otro a sus amigos y familiares o como reacciona ante las situaciones adversas de la vida.
Si normalmente en las relaciones de pareja se tiende a idealizar a la otra persona y a crearse una imagen distorsionada de ella debido al estado del enamoramiento, en las relaciones por Internet esto sucede con una frecuencia mucho mayor.
Otra razón por la que los noviazgos a distancia suelen funcionar en pocas ocasiones, es porque algunas personas no soportan la soledad física y necesitan tener la compañía de la otra persona cerca.
Cuando se establecen ciber noviazgos, normalmente son en dos países alejados, ya que si el noviazgo fuera en el mismo país sería más fácil verse con más frecuencia. Al estar lejos el uno del otro, muchas veces cuesta confiar en la otra persona, ya que de alguna manera no se le puede conocer tan bien como si se vive cerca. No se conoce su entorno, ni con quien estará, ni con quien hablará etc, y esto puede generar situaciones de desconfianza o incluso de celos…
Si bien yo misma conozco algunos casos en los que relaciones de noviazgo cibernéticas han acabado en matrimonio, normalmente sucede en pocos ocasiones como ya hemos explicado anteriormente. Algunas de estas relaciones han estado repletas de los típicos problemas de las relaciones a distancia, incluyendo rupturas temporales…
La mayoría de estos noviazgos empiezan en páginas para buscar pareja. Como el ser humano se deja llevar por una primera impresión, normalmente se escogen los perfiles de aquellas personas que más atractivas nos parecen físicamente, se intercambia el e-mail, el facebook o el whassap y se comienza un contacto más personal.
Una vez hechas las típicas preguntas de rigor (nombre, edad, profesión…) si ambos se sienten a gusto y notan que conectan conversando, la amistad suele ir creciendo y eso puede que llegues a ilusionarte con la otra persona, y que los sentimientos crezcan tan rápido que confieses tu “amor” (más bien suele ser infatuación o enamoramiento) demasiado rápido, puesto que lo que hasta ahora ves de esa persona te ilusiona.
La verdad es que a veces resulta fácil emocionarse por Internet, sobre todo si no se han tenido decepciones amorosas previas o si nuestra forma de enamorarnos es más por emociones que por la razón (la forma de enamorarse varía de unas personas a otras). Uno comienza a ilusionarse porque todo parece maravilloso, y creemos haber encontrado la pareja ideal.
Conozco un caso muy cercano en el que una persona de otro país se presentó como el hombre más maravilloso del mundo, diciendo palabras amables y llenando la bandeja del facebook de la chica, le dijo que sus padres estaban orando por ella (al día de conocerla), etc. Como ella ya había sufrido decepciones amorosas y no era ingenua, no se fío del todo ante tanta maravilla, por mucho que algunas personas con las que lo comentó veían maravilloso al individuo en cuestión. Bien, al cabo de unos días esta persona resultó tener un carácter insoportable, dominante y posesivo y comenzó a insultar a la chica…
Menos mal que ella en ningún momento se ilusionó con lo aparentemente maravilloso que parecía. ¿Os imagináis que se hubiera ilusionado o incluso declarado sentimientos? Hubiera sufrido, pero gracias a Dios tuvo cabeza y no sufrió en absoluto.
Ella se dio cuenta a los pocos días, pero hay personas que pueden llegar incluso a casarse tras haber mantenido un noviazgo por Internet,  y no saber en realidad la clase de persona con la que se están casando. puesto que por Internet es fácil ocultar los defectos y mostrar solo nuestro lado maravilloso.
En un noviazgo cibernético normalmente no suelen vivirse las situaciones cotidianas que se dan en un noviazgo normal. Y precisamente son esas situaciones cotidianas las que hacen que la otra persona saque a la luz su verdadero carácter y su verdadera personalidad. Si la frecuentación solo ocurre en vacaciones porque la otra persona es de otro país, obviamente de visita todo parece maravilloso. Hay que tener mucho cuidado con los ciber noviazgos porque uno se puede llevar la sorpresa de su vida al darse cuenta de que todo fue una farsa.
Los hombres especialmente, son muy rápidos a la hora de declarar sentimientos, ya que suelen dejarse llevar más por la emoción que por la razón. Conquistan a las chicas ingenuas diciéndoles piropos bonitos, enviándoles canciones románticas y prometiéndoles la luna y las estrellas… y no sería la primera vez que hacen tales cosas para conseguir solo sexo. Por eso hay que tener mucho cuidado y no fiarse de la primera persona con la que uno habla por las redes sociales.
Como ya he dicho anteriormente, si bien es cierto que hay algunos casos aislados que logran superar las barreras de la distancia y funcionan, como norma general no creo en los noviazgos que duran muchos años a distancia, sin conocerse o habiéndose visto muy pocas veces, y en los que uno de los dos miembros de la pareja tiene que viajar al país del otro para casarse y “vivir felices”.
Hay que estudiar muy bien a la persona con la que uno sale y saber si de verdad esa persona es madura emocionalmente y está preparada para casarse contigo, o quiere casarse para huir de una situación familiar, para no sentirse solo/a, etc
Si decides comenzar un ciber noviazgo con alguien de otro país, tienes que ser consciente de que debido a la distancia quizás nunca puedas ver a la otra persona, o podrás verla muy pocas veces. Estas situaciones normalmente hacen que las relaciones se deterioren y acaben en rupturas muy dolorosas que quizás se hubieran podido evitar si se hubiera pensado de forma lógica antes de declarar sentimientos, analizando si esa relación era viable para ser exitosa.
También debes de ser consciente de que hay personas que no son totalmente sinceras, y que aunque lo sean, normalmente en los ciber noviazgos se suele idealizar demasiado a la otra persona.
Enrique Monterroza dice en uno de sus artículos que “cuando comienza la etapa del noviazgo cibernético, el amor emana de nuestros dedos en cada frase que se escribe, con cada palabra que se dice y todo parece un cuento de hadas en donde todo es perfecto y queremos que llegue el final feliz.  Él recalca que hay personas que declaran sus sentimientos y se hacen novios al poco tiempo de conocerse por Internet y otros que sin conocerse en totalidad le dicen que si a la otra persona, cuando en realidad no se conoce a alguien bien hasta que se convive en la misma ciudad. Además, agrega que aunque ese noviazgo cibernético pueda parecer bonito porque solo existe palabras lindas, preocupación del uno por el otro y muchos temas de conversación, eso no significa que esa persona sea para ti”. 
No quiero desanimarte si tienes una relación de ciber noviazgo, pero soy sincera y quiero que evalúes los riesgos que implican este tipo de relaciones, y la realidad es que solo un pequeño porcentaje de estos casos terminan bien. De ello depende la madurez emotiva y afectiva de la otra persona, las metas en común, la compatibilidad de caracteres y culturas, su relación con Dios, si esa persona está preparada para el matrimonio, si su amor es puro y desinteresado y movido más por la razón que por la emoción, y muchos otros factores….
Por lo tanto,  aunque hay casos que han salido bien, yo no puedo asegurarte de que si mantienes un noviazgo por Internet, tu relación tendrá éxito. Eres tú quien en oración debe valorarlo.
Normalmente, cuando Dios une a dos personas, todo sucede con mucha lentitud. No hay precipitación en declararse sentimientos ni en hacerse novios rápidamente, sino que Dios hace que se entable una bonita amistad y con el paso del tiempo (y a veces es mucho tiempo) esa amistad va dando frutos y Dios va colocando el sentimiento del amor en esas dos personas, pero es un amor guiado por Dios y movido por la razón, no por la emoción ni la pasión.
Si luego se han conocido en persona y han pasado mucho tiempo juntos y le han pedido a Dios una señal que les revele si ambos están hechos el uno para el otro, entonces ya es prudente declarar los sentimientos e iniciar una relación de noviazgo siempre pidiendo la dirección de Dios.
Cuando todo es guiado por Dios no es precipitado (el amor es paciente – 1ª Corintios 13) ni nace de una emoción cibernética. Todo se da poco a poco, sin prisa, sin ir corriendo y sin haberse buscado el uno al otro con intenciones de enamorarlo. Con esto me refiero a que hay personas que en su desesperación por no quedarse solteras, andan buscando una pareja, y si no funciona al mes ya buscan otra, y esto no es guiado por Dios sino por uno mismo… ya que cuando Dios tiene propósitos para alguien, las cosas se dan de una manera más natural y él hace todo lo posible por unirlos.
Por lo tanto, hay que tratarse en persona antes de declarar sentimientos y de entablar una relación. Hay que ser prudentes, y no casarse con alguien a quien no se ha visto o se ha visto muy poco (por mucho que se haya hablado un largo tiempo por Internet).
Hay que evaluar muy bien si realmente lo que se siente es amor puro y verdadero o un simple enamoramiento lleno de emoción. Amar va mucho más allá de tener conversaciones cibernéticas llenas de palabras bonitas e Internet no es garantía de que el amor que una persona te declara sea un amor puro en realidad.
Y por supuesto además de frecuentarse en persona hay que orar mucho. Pero orar no buscando que Dios apruebe nuestra emoción como ya he comentado antes. A veces Dios nos está diciendo que una relación no es viable (distancia, etc), pero nuestra emoción es tan grande que nos autoconvencemos de que como estamos orando y lo vemos todo maravilloso, esa persona es la que Dios tiene para nosotros… y a veces solo nos autoengañamos. Es diferente pedir dirección a Dios que obedecer aun cuando su respuesta no sea la que nosotros estamos buscando.
Recuerda que la voluntad de Dios “se manifiesta en el silbo apacible”, es decir, no de manera precipitada, sino con calma, porque si algo es de Dios se dará de forma natural y no adelantándonos a ningún proceso según nuestra propia voluntad.
Aunque Dios puede hacer que conozcas a alguien por Internet si son sus planes para tu vida, no quiere decir que las relaciones por Internet sean lo más adecuado en todos los casos. Dios puede darte una persona en tu iglesia, ciudad o país sin necesidad de que tú mismo provoques el ir a buscarla por Internet desesperadamente. Está bien que conozcas nuevos amigos o amigas y asistas a encuentros cristianos pues quizás allí se encuentre la persona que Dios tiene para ti pero recuerda siempre que cuando el Señor te quiera dar a alguien, no habrá necesidad de provocar ese hecho precipitadamente y actuando según tu propia opinión.
Rebeca Ruiz Laguardia